viernes, 1 de julio de 2011

Con la música a otra parte.


No sé muy bien como despedirme y como darte las gracias. No sé si me estarás escuchando entre el tumulto de tus calles y de tu tráfico agitado a cualquier hora del día. Te diré que me despides con calor abrasivo de verano y con días soleados y relucientes. Gracias.
Te doy las gracias por muchos motivos: Por la gente que he conocido aquí, que me los llevo para siempre muy adentro: A Jorge, Nordin, Santi, Jaime, Juanjo, Dani, Javi, Nico, Helena, Amanda, Marina, Marifé, Jesús, Pedro, el fúsico, Antonio, Jonhatan, Fran, Bea, Zeidy y Kelvin. A las noches con Toni, con Tomás, y con Jose, o aquella vez que vino Jose Ángel desde Lorca. Me acuerdo de David, Alex y Juancho de Ceuta, en el piso de Nordin o de las reuniones en casa con las amigas de Ana: Anabel, Irene, Laura, Ana, Alicia y Leo.
Del comedor de Isabel la católica, del partido Madrid y Barça con Chuso, Oso y Paco, colegas de Murcia también desplazados en Granada. Idas de cabeza en Vogue, Sonora, Who, Perro Andaluz, Rocka con toda esta gente. Plazas siempre abarrotadas de gente, como Bib-Rambla o las batallas. Cenas en el mirador de Moraima, en la vinoteca o en la taberna de Antonio. Los cines de plaza Gracia, las cotorras de plaza Trinidad o los encuestadores de la calle Mesones.
Me llevo todo esto y mucho más muy adentro. Algo se queda aquí, ha sido un placer de verás. Volvería a repetir una y mil veces más a pesar de que pudiera equivocarme.
Pero le debo mil gracias como no, a tí. Con quien he compartido mis mañanas y mis noches. Mis buenos y mis malos momentos. Es contigo por quien vine y contigo seguiré aquí o en cualquier otro sitio.

Hasta siempre Granada.


Sería capaz
de cambiar el calendario lunar
para verte aquí en Granada un día más

Podría llegar
a escalar esta montaña polar
y a tu lado aterrizar
ver veletas acromontes sin mirar

Podría viajar
a Granada en mi nave espacial
y el paseo de los tristes alegrar
si te pones a bailar
las estrellas nos alambran al pasar

Siendo tan pequeño el universo como pudiste caber allí
siendo tan eterno este momento como me voy a querer morir
para quedarme sin ti

y bailar con la muerte no es buen plan
yo prefiero que me mates tu a bailar
y bailar con la muerte no es buen plan
yo prefiero que me mates tu a bailar
y bailar con la muerte no es buen plan
yo prefiero que me mates tu a bailar

1 comentario:

  1. Qué bonito.
    Granada tiene ese encanto especial que nos hace sentir eternos, aunque sea en un instante.
    Pero más bonito aún compartir ese tiempo con quien quieres.

    Que te vaya bonito, que os vaya bonito donde tenga que ser.

    Comparto esa nostalgia contigo.
    Un abrazo*

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