lunes, 11 de julio de 2011

Reflejo




Durante unas horas sentí que el tiempo había parado. La noche más cerrada dió paso a la luz más tenue y el sol asomaba tímido entre las colinas. Sentí recuperar el aliento y el flujo sanguíneo.

Durante unas horas todo fue de verde intenso y amarillo puro. No había voces, solo susurros y tumultos externos ajenos.

Durante unas horas el sonido desapareció como una piedra en un estanque, como el papel de los regalos el día de reyes.

Y ahora todo lo que queda de aquellas horas, es un retrovisor que giraba y giraba y giraba.... antes de darme cuenta, de que estoy lejos, muy lejos de allí y de tí.

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