viernes, 30 de septiembre de 2011

Sean bienvenidos a octubre.




Hubo un tiempo en que la vorágine de la vida no me sacudía con fuerza ni me arrancaba de los brazos de alguien a quien quería, para arrojarme a una esquina de la habitación. De cuando los tiempos se pintaban en miles de millones de colores, con las pupilas dilatadas en eternas tardes de veranos incandescentes. Fue el tiempo el que me hizo ver que no era todo lluvia que caía sobre mí en forma de cortina, lo que corregía mi timidez en una cita, dónde el hombre aún no ha llegado a explorar. Fueron días de color y calor que dieron paso lentamente al gris invierno del "te echo de menos" y de la incertidumbre perpetua. Bienvenidos a octubre.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Blues

Atraviesa el calor que ha dejado la lluvia por la ventana de este otoño prematuro en el tiempo. Se condensa el vapor de agua, formando un pequeño riachuelo que cae dentro del dormitorio. Se desnuda un cuerpo a la velocidad de un blues, con una luz tenue sobre una piel tostada en el sol del mediterráneo. El ambiente está demasiado cargado. Hay alguien que se balancea en una vieja amaca, y observa con un juguete entre las manos. Un cuerpo efímero que termina de desnudarse justo a sus pies, que se desliza por su cuerpo. Todo a ritmo de blues en do menor.

Ya ha amanecido y la lluvia ha dado paso a un sol que quema, más propio de mediados de agosto que de este otoño. Sigue haciendo calor. Y ella se gira y antes de que cruce la puerta le pregunta si se volverán a ver. Él le contesta, que si se produce, volverá a ser a ritmo de blues.


jueves, 22 de septiembre de 2011

Imitation of life

Que nada me ata a este carrusel en el día a día. Que no siento el roce del suelo, ni el calor que aún se desprende en este otoño prematuro.
Aún no se me olvidó sonreir.

Y a todo esto, hasta siempre REM.


lunes, 19 de septiembre de 2011

Lejos

Y aprendí a vivir solo y a la deriva, como en antaño, siempre con el amor en la distancia.
Y aprendí a perderme en el humo de los bares, en las noches cerradas de septiembre, con una copa en la mano.
Y me prometí no dejarte marchar, para darme cuenta, de que muy a mi pesar, ya te habías ido.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Los restos del naufragio

Se agarró bien fuerte al tablón que quedó a su lado tras la tormenta. Era un trozo del casco de proa, arañado y mutilado, como él. Juntos observaron la explosión de luces en el cielo, el inmenso agujero que a su paso engullía todos los restos de aquella barcaza. El gas acumulado explotó junto al agua, en una desafiante batalla entre elementos y allí, a apenas 70 metros, se dió cuenta de que aquel barco era su vida entera, por no decir, su razón de vivir. Y poco a poco se dejó llevar en un sin fín de corrientes circulares que lo movieron como un muñeco y al soltarse de aquel tablón comprendió, que era mejor dejarse caer por un precipicio hacia lo más profundo del mar, que no tener una razón por la que vivir.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Yo, echo de menos

Echo de menos los fines de semana en invierno en la playa, las cenas junto a la chimenea, las persianas rotas de tu habitación.
Echo de menos el metro de París, aquel restaurante italiano de pasta no apta, el frío de Montrouge.
Echo de menos las farolas retorcidas de la calle boileau, el coche de marchas duras, el paseo de los tristes.
Echo de menos Granada cuando cae el verano, el aeropuerto García Lorca, el Arco de Elvira a media tarde.
Echo de menos la cenas en el gato o las comidas en los geráneos, las paellas en tu balcón un día cualquiera de Mayo.
Echo de menos tu cuello, tu pelo, tu perfume, tu cuerpo.
A tí.

20 días



20 días que parecieron 20 años en el Tibet.
Estoy de vuelta, pero vamos a tomarlo con tranquilidad, que las prisas no son buenas consejeras.



"Este mundo, eternamente imperfecto, imagen, e imagen imperfecta, de una contradicción
eterna - un ebrio placer para su imperfecto creador: - así me pareció en otro tiempo el mundo"
Así habló Zaratustra. Friedrich Nietzsche