martes, 22 de febrero de 2011

Te voy a contar una de esas historias.

Una que comienza hace muchos años en la playa. Con una gran persona que se llama Joaquín, gran amigo, gran confidente, gran persona. Con Joaquín dí aquel verano mis primeros zarpazos a la guitarra. Él, un confieso devoto de Korn, me enseñaba las quintas, sus guitarras de 7 cuerdas, sus versiones de deftones con la española. Me acuerdo que por allí también estaban los Pedros, uno de ellos ahora bajista de varios grupos y con cierta relevancia regional. Y también recuerdo el coñazo que le daba a Joaquín con sacar esta canción que yo, con mi aún limitado oido, no era capaz de sacar. Al cabo de los años te das cuenta de tonalidades, escalas, etc.
Andaba yo un poco perdido en youtube, buscando algún que otro vídeo gracioso, algo con que matar el tiempo y veo que me sugiere amigos. Amigos de facebook, para ser más concretos. Le doy a aceptar y es ahí cuando se suceden una serie de acontecimientos que me dejan tocado de verdad. Resulta que veo que Joaquín, aquel muchacho de labia escasa pero de grandes actos, graba vídeos en casa, se ha permitido de montarse un estudio de grabación en casa y veo que además de tocar la guitarra canta. Me pongo varios temas: unos cuantos suyos, un par de versiones de Korn y llego a "Be quiet and drive" de Deftones donde me doy cuenta, que estos años, los ha aprovechado realmente bien. Pero la gran sorpresa llega cuando llego a su último vídeo subido. Redimelancolía de Tenpel. Lo primero que pienso: que cabrón, no puede ser. Y ahí esta el tío marcándose una pedazo de versión del tema que a mi tantos años atrás me hubiera gustado interpretar por un montón de cosas: por la música, por la letra, por el sentimiento con que la canta Kantz, el cantante.
Me pongo el vídeo 1, 2 y 3 veces. Veo que esta jodidamente bien grabado. Veo que su novia lo ayuda a los teclados y el graba bajos, guitarras y bateria y los monta y mezcla. Quedo verdaderamente impresionado. Pero lo mejor de todo esta historia esta por llegar. Bendito aquel que invento el enlace de links, y en este caso, que se enlace de links se haga por tags. Descubro que Tenpel hace menos de 20 días estuvieron en Murcia tocando. Me entristezco un poco pero le doy al play y es cuando flipo. Creo distinguir al mismo chaval que tocaba conmigo en aquella guardilla de la playa al lado de Kantz. Kantz suelta por la boca un "Hemos quedado flipaos con la versión que colgó". No puedo creerlo, ese pequeño cabroncete que me enseñaba las mil historias de la guitarra, que siempre lo machaqué con que me enseñara aquella canción, esta en mi ordenador subido a un escenario reventando el tema que tanto nos gusta y nos gustaba.
Y me alegro por él y no soy consciente hasta ese punto de que ha pasado muchísimo tiempo. Más del que creía. Joder, cuánto me alegro. Son de ese tipo de gilipoyeces que crees que jamás pasarán o que coño, que te vas a plantear que esto pudiera ocurrir así.
Creo que es la primera vez que tengo motivos de sobra para escribir en este blog. No he tenido que levantar mis manos del teclado ni para encenderme un cigarro; las palabras fluyen, sé lo que quiero decir y cómo quiero decirlo y joder, estoy muy contento de que esto haya ocurrido. Pero sobre todo me alegro por Joaquín, porque no os podeis hacer una idea de lo buen chaval que es.
Pues hasta aquí llegó la historia, eso sí os dejo los vídeos para que veáis tanto el tema, como la versión como el directo con Joaquín del tema, así como la letra de la canción.
Buenas noches y otra vez, gracias Joaquín.







Siempre, prometió reír antes de llorar

Nunca más lloraré por ti sin necesidad

Cuando el anillo dio una última vuelta

Él perdió la llave... y cerró la puerta

Le permitió marchar, ella se fue... no mires atrás

Si su llanto es la marea, si su aliento es la tierra

Nunca más habrá nada como lo que ella le da

Le permitió marchar, ella se fue... no mires atrás

El destino le obligo a caer rendido en el vació

Su ilusión le escribió un mensaje en el viento Levántate ya

Se perdió en sus labios, su ilusión

El destino le obligo a caer rendido en el vació

La razón le dejo colgado en su vientre pendular

Espérame, esperaré, espérame, esperaré, espérame, esperaré

El destino le obligo a caer rendido en el vació

Su ilusión le escribió un mensaje en el viento Levántate

Espérame, esperaré, espérame, esperaré.

lunes, 14 de febrero de 2011

Relación con una adolescente

Lo confieso, tengo una relación paralela. Una que dura 10 años y que tiene en San Valentín su aniversario. Se trata de un amor adolescente, de 10 años de edad que me juró amor eterno y ha decidido quedarse a mi lado para siempre. Se llama diabetes y es una niña malcriada, caprichosa y egocéntrica. Realmente, no tiene ni un ápice de bondad en su cuerpo, pero su sonrisa cautivó mi organismo dejándolo tocado para siempre.
Apareció en un momento delicado de salud, se me presentó con sus largos tirabuzones y quedé a merced de esa cara de infinita ingenuidad. Caí rendido a sus pies. Mantener una relación adolescente conlleva multitud de contratiempos: te despierta de madrugada pidiendo cualquier cosa, es tu mayor dolor de cabeza y aparece exigiendote explicaciones que no tienes en los peores momentos posibles. Además de todo esto te debilita, te hace sudar y siempre te deja con la miel en los labios, por no decir del continuo mareo de sensaciones y cambios de opinión sin motivo alguno aparente. Mantener este tipo de relaciones es realmente duro.
Ya nos hemos amoldado el uno al otro, a la semana viene a mi unas 3 ó 4 veces y yo le hago el caso que merece. Me sonrise, me besa en la mejilla y me dice que ha estado pensando en mí. Son las 6 de la mañana, le digo, y no se dá cuenta de que me ha desvelado. En realidad, si que se ha dado cuenta, de hecho, ese era su propósito, que le hiciera caso. Quiere jugar conmigo, sentir que me posee, que tiene la sartén por el mango. Yo me he despertado sudoroso y desesperado por tomar algo y no un vaso de agua. Se sienta en la mesa y me mira con su vestido largo rojo de caperucita y su piruleta de colores rojos y blancos. Quiere hacerme reir con aquella situación en que me dijo que fuera a casa a verla y sus padres casi me ven allí por milésimas de segundo. Quiere que sufra. Es la culpable de que las heridas en la piel tarden más en cicatrizar y su respuesta ante esto es una sonrisa hipnotizadora. Siempre le amenazo con que la voy a abandonar pero los dos sabemos que eso es imposible. La pelota está en mi tejado, más bien en la ayuda que me presten los profesionales para afrontar esta relación, que me lleva por la calle de la amargura.
Pero me he propuesto combatirla, darle un ultimátum. Para ello, me tengo que preparar físicamente y anímicamente. Decirle a la cara que no valoró mi esfuerzo y mi entrega, que si alguno de los dos está perdiendo desde luego soy yo y que al final me saldré con la mía. Me observa tranquila, como el lobo que huele sangre. Me rodean sus tirabuzones. Son suaves y aterciopelados, esponjosos, cálidos y confortables. Los ojos se me cierran, entro en una espiral donde mi cuerpo se siente relajado y mi cabeza no posee ningún tipo de valor a la hora de dirigirlo. Pierdo la conciencia del tiempo y del espacio. Ya se ha ido. Es lo que siempre ocurre cuando se va, que todo vuelve a estar bien. Vuelvo a dormir. Espero que tarde mucho en volver a verla.

sábado, 12 de febrero de 2011

Friends & Photos

Y mientras tanto, con un fondo de pantalla de París en horario vespertino, se me ocurren mil situaciones que describir. En ocasiones crees superado un problema, sobrepasado, aniquilado. Lo das por terminado y lo abandonas en el fondo de tu cabeza. Luego empiezan los vagos recuerdos de cualquier ciencia que demuestre que lo vivido siempre vuelve. Y para terminar una foto, que como el frío invernal de esta ciudad cuando tuerces una esquina a las 7 de la mañana, te atraviesa como cuchillos.
Esta es la historia de la sensación ante una foto, la leyenda de un jarro de agua frío que golpea fuerte en tu cara. Es también, sin relación alguna, la sensación de que soy alguna de las luces de la escena del París iluminado en mi escritorio. Una insignificante luz que se abre paso entre edificios del siglo XVII y fincas rurales en ninguna parte.
Empezaremos por el principio, cuando te das cuenta de que tu sitio en la foto esta vació o aún peor, restablecido por un otro/a cualquiera. Cuando deseas que no termine el invierno viendo que hay veranos en otros sitios donde tú ya nunca estarás. Es la sensación en apenas 24 horas de ser sustituido gradualmente. Muchas de mis amistades se resquebrajan como una placa tectónica cualquiera, en cualquier sitio alejado de la muchedumbre. El vacío a veces, se apodera de tu cabeza y lo rellena con melancolía y a veces con rencor, pero esa suma se transforma en resignación palpable.
Nunca me fié de más de uno y lo peor es sentirse bufón en un acto al que no perteneces. Sentirse excluido, aunque sea literalmente, es duro. No sé si es mi carácter, o el enfoque de la situación o quizás todo lo que ignoro. Hay días que me pregunto que parte de verdad hay en todos esos días de risas y amistad y por lo tanto, que porcentaje se lleva el olvido en toda este cuento.
Luego, una foto te da la respuesta. Has sido reemplazado en el más amplio sentido de la palabra. Como las maltrechas calles de un barrio de NYC, donde el sueño americano se esfumó hace mucho y todo el mundo mira hacia otro lado.

martes, 8 de febrero de 2011

Florencia: "A song for the lovers"

Pues vino la beca. Y trajo alegría, tranquilidad y bienestar a todo el que me rodea. Ha sido casi como un parto.
Mi primer deseo cuando froté la lámpara de la beca es irme de viaje. El primer destino va a ser Florencia, donde nos aguarda mi gran amigo y mejor persona Juanba, que se está pegando un año de los de aquí te espero que no veas, gracias a la beca eramus que le concedieron el pasado mes de mayo del 2010. Me alegro mucho por él. Estamos impacientes por desembarcar allí y redescubrir florencia vestidos de morado en honor a la Fiorentina.
El otro viaje, si todo va bien y si no hay contratiempos, será dejarse caer por el Sena a finales de Abril, principio de Mayo, para visitar la hermosa París.
Ya de paso, tengo a mi buen amigo Pepe http://parisyanoesuncuadroenmipared.blogspot.com/ de erasmus en la ciudad de la luz y si el tiempo lo permite, mantendremos uno de nuestros encuentros de la 3º fase, con Vargas Llosa y compañía.
[...]
Me ha vuelto a dar por escuchar a Richard Ashcroft. No sé muy bien como llegué al sonido británico hace ya unos años. Me deje cautivar por todo aquello y en especial por The Verve. Ashcroft está considerado por muchos el mejor cantante de su estilo de las dos últimas décadas,y este tema, "A song for the lovers" me parece una joya por pulir. Un cristal precioso donde cada uno moldea los matices de sus experiencias tal como a él le gustaría que fuera. Una canción simple y sencilla, libre de interpretaciones, virgen en el más amplio sentido de la palabra. Un sentimiento de espera tardía, de noches eternas en las calles de las grandes ciudades, de relojes parados, de noches perdidas, de sexo, como un buen mordisco en la cara.




sábado, 5 de febrero de 2011

"Bury me softly in this womb...

4/4. Se acabó. Y termino como deben de acabar todas estas cosas: rápido, indoloro y con imprecisiones. Estrenamos a partir de ahora una nueva semi-vida en esta ciudad alejados del ritmo frenético de los exámenes, del stress, de la agonía particular....
Febrero se nos presenta con frío glacial que se abre paso por la ciudad a la velocidad de la luz. Como un enorme tobogan de frío, que congela tus huesos y te humedece arterias. Siguen las obras en la ciudad, como una gran operación a corazón abierto, estirpando impurezas por donde el día de mañana, transitaran las vías metálicas del metropolitano.
He cambiado de costumbres, no todas, algunas quedan de una anterior vida. No me recuerdo tan ermitaño como aquí, viendo la vida pasar, como un espectador más. La veo pasar y me dejo llevar por la música de cualquiera que me venga bien en ese momento, aunque, mis preferidos, son intocables. Me sumerjo en afinaciones en re y ritmos machacones, gritos casi de angustia. Abro los ojos, y aún no estoy en el estado de Washington y no es 1993.
Una foto de Paul Pierce me observa desde un rincón, recordándome el tiempo que llevo aquí. Camino ya de 4 meses y ni siquiera llegamos al ecuador del curso. Recapacito, tomo un trago, ah si, en casi 4 meses he cambiado mi día a día casi a diario. Un poco más perdido que ayer, un poco más cerca del hoy.
¿Es inevitable el echar en falta ciertas cosas? Muchas veces pienso que atrás no he dejado tanto y otras me muero por volver. En Lorca tenía una rutina, pero también me faltaba el aire. ¿Y las amistades? han pasado tantos años, tantos momentos... ¿Es el momento de volver a, de mantenerse o de seguir mirando por la ventana? Hay hechos, situaciones contrastadas que te hacen pensar que estas fuera de juego, pero puede que yo me distrajera o que la defensa lo tirara a la perfección. Hay defensas que son inquebrantables y ellas marcan ya no solo el territorio, sino sus propias leyes, casi místicas. Líberos a los que como en el antiguo Egipto, les servían cada noche alimentos de forma material y los creyentes creía que absorbían el espíritu de aquellos manjares. Semidioses rutinarios, con más poder de habilidad en la leyenda que se han forjado que en lo que verdad son.
Paul Pierce me sigue mirando. Seguiré mirando por la ventana ya que aún no he conocido en persona nadie con capacidad divina, a pesar de que alguno crea ser el Rey Sol.
La vida sigue con o sin Dioses.