sábado, 12 de febrero de 2011

Friends & Photos

Y mientras tanto, con un fondo de pantalla de París en horario vespertino, se me ocurren mil situaciones que describir. En ocasiones crees superado un problema, sobrepasado, aniquilado. Lo das por terminado y lo abandonas en el fondo de tu cabeza. Luego empiezan los vagos recuerdos de cualquier ciencia que demuestre que lo vivido siempre vuelve. Y para terminar una foto, que como el frío invernal de esta ciudad cuando tuerces una esquina a las 7 de la mañana, te atraviesa como cuchillos.
Esta es la historia de la sensación ante una foto, la leyenda de un jarro de agua frío que golpea fuerte en tu cara. Es también, sin relación alguna, la sensación de que soy alguna de las luces de la escena del París iluminado en mi escritorio. Una insignificante luz que se abre paso entre edificios del siglo XVII y fincas rurales en ninguna parte.
Empezaremos por el principio, cuando te das cuenta de que tu sitio en la foto esta vació o aún peor, restablecido por un otro/a cualquiera. Cuando deseas que no termine el invierno viendo que hay veranos en otros sitios donde tú ya nunca estarás. Es la sensación en apenas 24 horas de ser sustituido gradualmente. Muchas de mis amistades se resquebrajan como una placa tectónica cualquiera, en cualquier sitio alejado de la muchedumbre. El vacío a veces, se apodera de tu cabeza y lo rellena con melancolía y a veces con rencor, pero esa suma se transforma en resignación palpable.
Nunca me fié de más de uno y lo peor es sentirse bufón en un acto al que no perteneces. Sentirse excluido, aunque sea literalmente, es duro. No sé si es mi carácter, o el enfoque de la situación o quizás todo lo que ignoro. Hay días que me pregunto que parte de verdad hay en todos esos días de risas y amistad y por lo tanto, que porcentaje se lleva el olvido en toda este cuento.
Luego, una foto te da la respuesta. Has sido reemplazado en el más amplio sentido de la palabra. Como las maltrechas calles de un barrio de NYC, donde el sueño americano se esfumó hace mucho y todo el mundo mira hacia otro lado.

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