Anclado en los exámenes de máster, en el frío del invierno y en la interminable lluvia de la cordillera penibética pasan los días, uno tras otro, con lentitud. Hay días, que ni siquiera veo la luz del día. Noches entre apuntes, libros, bolígrafos, café, tabaco, luz de flexo, lluvia en los cristales y poco más. Los días se hacen largos, a veces y otros muy cortos, todo ello en proporción al disfrute del mismo.
A veces, como Rick Grimes, te apetece abrirte paso entre todo ese tajo de zombis y descargar adrenalina y otras, sentarme en mi sillón de Sterling, Cooper, Draper & Price y escuchar como los creativos me cuentan una historia sobre alguna marca en apuros, mientras apuro mi whisky y mi Lucky Strike. Hasta el día 3 tiene que durar esta agonía de exámenes y de encierro.
Disfrutaré como Rick o como Don, cuando salga de esta habitación. Lo haré a lo grande.
Saludos.


No hay comentarios:
Publicar un comentario