"¿Vives con tu familia? Bien, porque un hombre que no vive con su familia no puede ser un hombre" Don Vito Corleone
No viene muy al caso esta entrada y más con un viaje en apenas 36 horas que copará por lo menos un par de entradas en este blog sobre la ciudad eterna, pero estaba pendiente.
A lo largo de nuestra vida, nos cruzamos con mucho tipo de personas: buenas y malas, mejores o peores, simpáticas o antipáticas...incluso algunas inclasificables. Pero el problema que yo he tenido es que no he sabido diferenciar al que va de frente y al que no y hay personas malas, muy malas. Puede que me este dando cuenta de esto 26 años tarde, pero me he dado. Hay gente, que no personas, que pasan por tu vida como un tornado, arrastrando, levantando y devastando todo aquello con lo que se encuentran. Creía, porque soy así, por confiado por imbécil, por infeliz, que las personas cambian. Pero creerme, aquí no cambia ni Dios. Y mira, tienes a un montón de gente a tu alrededor que lo ve, bien nítido, bien claro, pues bien... Yo era de esos que creía en la redención.
Quizás vosotros también os habéis cruzado con estas personas, esas de palabras vacías, de risa fácil, de comentario siempre liviano. Esas más preocupadas por parecer que por ser, más preocupadas por ellas mismas que por el resto de los mortales. Unos jodidos egoístas.
Con muchos y con muchas cuando me cruce me echaré unas risas: 4 comentarios y cada uno por su camino, porque tampoco hay que ser maleducado ni mal encarado.
No me ha ocurrido absolutamente nada: ni me he peleado, ni estoy enfadado con el mundo ni nada de nada, simplemente me apetecía darle de nuevo vida al blog con algo cercano, que pienso y que sé que más de uno comparte. Os daré un consejo, si sabéis de este tipo de gente, de la incauta, desagradecida y egoísta, sacarla de vuestra vida lo antes posible, no dejéis que se enquiste en un órgano vital.
He perdido en apenas 15 meses a dos de mis primas hermanas de las edades de mis hermanas mayores, hace 6 años que murió mi última abuela.... las cosas no han sido fáciles en estos aspectos pero son estas cosas las que te hacen reflexionar sobre como estamos afrontando nuestro día a día y sobre todo de quién nos rodeamos. No es que la iglesia esté llena el día del funeral, es que no debemos de quedarnos solos antes de irnos.
Para acabar, doy gracias de que a día de hoy pueda compartir mis días con mi chica, mi gente y mi familia, porque como os ocurrirá a vosotros, son ellos lo verdaderamente importante y lo que tenemos que esforzarnos por mantener y cuidar a toda costa. Todo lo demás, todos esos y esas, toda esa mierda del comentario absurdo, del egoísmo, de las justificaciones inverosímiles es una autentica mierda. Esto es lo que yo considero básico en los principios de una persona y de su manera de afrontar el mundo.
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