martes, 7 de febrero de 2012

La escandinava




Siempre la jugaba. Estaba totalmente en desuso, incluso a cierto nivel no se utiliza. O al menos eso era hace ya unos años. Exponer tu dama tan pronto al ataque, pasearla de un flanco a otro, sinceramente, no era un buen plan. Me la recomendó mi entrenador, agotado de que nunca retuviera en mi cabeza la apertura correctamente. "Una apertura fácil Adolfo, rápida y pasas al ataque al instante, una apertura para románticos" Muchos rivales se sorprendían, otros la neutralizaban rápido y yo me veía partidas de Lasker.
Blancas tienen que jugar con un peón de más y centrarse en que no está. Ese es el secreto. Pero, ¿Cuántas partidas en nuestra vida tuvimos ventaja material pero no posicional? Sacrificar algo a priori insignifcante, para una mejor elección. El ajedrez y la vida se parecen mucho más de lo que creemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario