miércoles, 22 de diciembre de 2010

Home Sweet Home

Pues ya estamos en casa por Navidad. Estos dos últimos meses alejado de esta ciudad, Lorca, me han hecho poder echarla en falta en ocasiones y odiarla en la distancia en otras tantas.
Lorca tiene aroma diferente a lo que estoy
acostumbrado ahora mismo. Huele a humedad reciente, a campo, a motores de aire caliente y a tubos de escape. Esta mañana la ciudad despertaba gris, en el suelo aún las hojas de un otoño atrasado más de la cuenta. Me falta percepción de las cosas, como si estar aquí no fuera conmigo. Generaciones nuevas de gente que rellenan las venas de esta ciudad, caras y rostros de personas que no había visto en mi vida. Me siento por primera vez en mucho tiempo como un extraño en mi propio hogar. Quizás nunca lo había visto desde este punto de vista. Hay muchísima gente que conforme pasan los años, abandonaron esta ciudad para poner su futuro bien lejos y siempre me preguntaba que sentirían cuando volvieran algún día. Ahora ya lo sé.
Echaba en falta la comida de mi madre, la casa limpia, la cama hecha, que haya comida en el frigo, que el agua caliente no falte, y sobre todo mi cama.

Las dos últimas semanas han sido bastante malas en cuanto a salud en Granada. Estuve con un problema estomacal y aún persiste un problema que se manifiesta en mareos continuos y visión borrosa- He perdido muchísima visión en estos meses en Granada. Lo noto con el ordenador, cuando ando por la calle, cuando estoy en clase o simplemente leyendo cualquier cosa a una cierta distancia.

Pues eso, que ya estamos por aquí, que Feliz Navidad a todos los que entréis por aquí y me sigáis y poco más.

Voy a adjuntar una foto de mi gente del máster, que a pesar de llevar relativamente poco tiempo con ellos, se han quedado con una parte muy importante de mí.




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