Me imagino a ese soldado en algún punto de
la frontera entre Alemania y Polonia en 1937 ordenando una ejecución múltiple.
¿ Cómo pudo vivir ese hombre el resto de su vida? En su mirada clavada, cada
una de las caras tristes y sucias del "enemigo". Caras que lo
acompañaran el resto de su vida, en los días tristes y en los menos tristes. En
todos ellos, allí estarán. Caras. Su conciencia como un Panzer taladrándole el
cerebro.
Tiendo a
equivocarme y me enorgullezco de ello. Soy impreciso, inexacto y nada correcto,
lo que quiere decir, que poco de exactitud matemática puso mi padre en mis
genes. Para algunos, sería un gran problema, un estigma con el que sobrevivir
al día a día, pero gracias a Dios, en mi caso no es así. Me gusta ser
imperfecto, pesado cuando hay que ser breve y no hablo en poder de la verdad
siempre, como Pérez Reverte. Adoro ser así, como adoraría cualquiera de las
otras formas de las que me podría haber desarrollado, cada una de ellas, sin
excepción. Me tocó esta.
Y con toda esa
imprecisión de que hago gala y todos mis errores uno detrás de otro en una gran
escalera de caracol hago frente a la conciencia y todo queda calmado. No hay
porque preocuparse ni estremecerse: errores más graves o menos ocurrieron pero
jamás planeados y trazados desde el retorcimiento neuronal que personas trazan
en mapas tan enrevesados como una carta de navegación.
Durante los
últimos días he sabido de personas que se habían diluido de mi vida como un
azucarillo en un café a media tarde en Burdeos. Al parecer hice cosas mal en el
pasado, cometí errores que no sabía y parece que esa disolución en café tiene
que ver con algo que ni sabía ni había percibido. Qué curioso, que estas cosas
terminen saliendo a la luz perezosamente, casi sin querer y provocando la
pregunta fácil. Y aún más llamativo, que halla en este mundo injusto y desleal
personas que se sientan heridas con tan poco. Claro que, ni tengo tiempo para
cerrar heridas que yo no provoqué ni la pereza me suelta de sus brazos en estos
momentos. Yo solo era un pobre muchacho impreciso, inexacto e imperfecto y sigo
siendo tan impreciso, inexacto e imperfecto como lo he sido y lo seguiré
siendo.
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