sábado, 9 de abril de 2011

De nobles sin castillo y Vírgenes sin paso.


En una de las miles de noches de insomnio que me acribillan en los últimos meses, me decidí a repasar con una buena ginebra, música de los Rolling y mi ordenador, las diversas noticias que me llegan de mi ciudad y de su Semana Santa.
Lo primero que tengo que decir, es que a día de hoy, reniego de la Semana Santa de Lorca hasta sus cimientos. (Llegado a este punto, el lector de dicho artículo si quiere puede dejar de leerlo inmediatamente. Aquí no vendemos plazas de figurantes para el desfile bíblico).Lo veo como un acto de figureo superlativo, decadente, sin nada que ofrecer desde hace años y enquistado en una tradición marcada por algunas de las familias con más apellido, que no poder, de la ciudad. Ni Blancos ni Azules, todos iguales, defendiendo su ¿fe? en sus cofradías en actos que rozan ya lo inexplicable. Ojo, esto tiene trampa. En esta ciudad si hay familias humildes y no tanto, que trabajan todo el año en mantenimiento de esta fiesta. Mis respeto para ellos, porque el sudor de frente de cada uno de ellos debería de tener recompensa, aunque ya sabéis como funcionan las cosas en nuestra ciudad del sol y esto me indigna y me hace repudiarla aún más. Por ello, mis respetos para el que trabaja en esto, para el que quiere que la Semana Santa siga siendo importante y una bandera de nuestra ciudad atravesando fronteras. Pero en esta entrada, ellos no van a ser las víctimas. Lo serán los nobles sin castillo y las Vírgenes sin paso.

Empiezo por un vídeo de youtube donde una banda de música interpreta un tema de una película de Rocky. Años atrás la cucaracha, los doce cascabeles y el somos barrieros. No sé cuál será la explicación para toda esta parafernalia.
Ni soy devoto ni seguidor y/o practicante de cofradías, hermandades y un largo etcétera. Qué bien nos va a venir a aquellos que estamos fuera y queremos ver a nuestros familiares y a nuestros amigos, porque, os tengo que confesar una cosa: me da igual quien salga este año de Reina de Saba, de Cleopatra o llevando a las Vírgenes. Sé que quizás para muchos, sea el éxtasis de popularidad que siempre persiguieron en esta ciudad embarrada en familias ¿nobles? con más palabra que escudos, emblemas, estandartes ó símbolos heráldicos. Algunos pensaron que a través de los trasdosados y la capa de yeso hace unos años daban títulos nobiliarios. Luego compraron puestos para salir portando a una Virgen. "El cielo será nuestro", pensaron, aunque, no más lejos de la realidad, era donde realmente se encontraban. Si autoproclamarse Conde, Barón o Duque fuera gratuito, en Lorca todos los pasos serían Azul y apuesto a que discutirían cuál de ellos tendría el tono más puro y noble.
De aquí a apenas 5 días, cuando comience el Viernes de Dolores, Lorca se inunda de fe como si Benedicto fuera casa por casa y diera su bendición a las comidas familiares. Es cuando surgen las rencillas, los comentarios vacíos que te hacen para provocar (hace mucho que estoy de vuelta), los bares con los himnos (ya sin humo) que ahora imagino que más de uno aprovechará para salir a la puerta a fumarse un cigarro, los gallardetes en las farolas y los palcos y la tierra en mi calle.

Así que conciudadanos de Lorca, disfruten de la Semana Santa, aquel que lo quiera hacer y aquel que no, aproveche para visitar a sus allegados, acérquense a la playa o porque no, darse una vuelta el Viernes Santo por la mañana y descubrir cuál es el tono que más se llevará esta primavera/verano en las terrazas de Lorca y Águilas. Por lo que a mí respecta, espero que también se respete al que no comparte creencias ni poses, pues en la libertad de cada uno está elegir y yo he elegido que este año, por lo menos, no.

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